par : Redaccion.
No pintaba mal… Aquella promesa de Churchill a los ingleses en la Segunda Guerra mundial de “sangre, sudor y lágrimas” se cumplió ayer en las tierra arcillosa de la Puerta de Auteuil. Entrar en una competición nunca es fácil para nadie. Para nadie… y tampoco lo fue para Rafael Nadal que antes de saltar al Central sabía que aquello iba a ser complicado y que el sorteo no le había deparado un jugador sencillo. El americano de 2,06m y bolas de primer servicio a más de 220 km/h iba a vender cara su piel. Así fue. No parecía al terminar el 1 set (6/4 para Nadal) que la cosa hubiese sido complicada pero la desconcentración del español y una mayor presencia de Isner en el juego llevó al n°1 del mundo a perder los papeles del guión que todos hemos escrito. Rafa sufrió y sudó… mucho. Pero los maratones no atemorizan a nuestro líder que ayer jugó su primer partido en 5 sets en Roland Garros en su 7 comparecencia. Al final un salto de alegría y rabia tras ganarse el derecho de jugar en segunda ronda contra su compatriota Andujar. Cuando hoy empieza la segunda ronda, de los 13 soldados españoles 10 la disputarán. Almagro, Gimeno Traver y Feliciano López descansan. El cuadro femenino, del que desgraciadamente no esperamos mucho, verá a 4 de nuestras 7 representantes. Llagostera lo tendrá complicado frente a la francesa Cornet, ¡pero no es imposible! Mientras que la joven Soler Espinosa (que aterriza desde la fase previa) se las tendrá que ver con la china Li Na (n°6) en un enfrentamiento muy desigual. Y las lágrimas fueron de Virginie Razzano que recordó con el gesto de jugar que hay cosas mucho más importantes en la vida que la victoria, así sea en Roland Garros. La francesa, que perdió hace una semana a su compañero y entrenador a causa de un tumor cerebral, saltó a la pista para rendirle un último homenaje. No estaba anímicamente preparada para ello, perdió, pero el resultado es lo de menos. Hoy recordamos el gesto de amor. (250511)
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